Este indicador de
Naciones Unidas tiene como objetivo poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
Estamos en un contexto en el que casi 850 millones de personas no disponen de una alimentación mínima para un desarrollo adecuado a menudo como consecuencia directa de la degradación ambiental, la sequía y la pérdida de biodiversidad cuando el 25-30 % de los alimentos del mundo se desperdician, en África está aumentando la desnutrición alrededor de un 20%. Los países desarrollados sufren malnutrición con 2000 millones de personas obesas incluidos niños Y por último la degradación del suelo, la disminución del terreno para zonas de cultivo, el cambio climático y sus graves fenómenos meteorológicos.
La sociedad ha de avanzar hacia un sistema agroalimentario sostenible, que pueda suministrar comida nutritiva para todos y cuidar los ecosistemas. Sólo un dato: la Unión Europea utiliza un 20% de la capacidad de la tierra con solo un 7% de la población mundial, a este ritmo se necesitarían 2,8 planetas.
Es necesario empoderar a los pequeños productores de alimentos para mejorar su resiliencia y la capacidad de adaptación al cambio climático y facultarlos para que puedan gestionar los recursos naturales de forma sostenible y superar barreras de acceso a los mercados y servicios financieros.
¿CÓMO PUEDEN LAS EMPRESAS CONTRIBUIR AL ODS 2?
Todas las empresas, independientemente de su sector, pueden tomar medidas para contribuir a este objetivo. ¿Cómo?
- Estableciendo programas de alimentación para empleados, que incluyan alimentos sanos y nutritivos.
- Diseñando productos sostenibles que favorezcan el consumo responsable y ayuden a evitar el desperdicio de alimentos.
- Trabajar con proveedores que proporcionan condiciones laborales dignas a los proveedores en países con legislaciones débiles
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Disminuyendo el impacto medioambiental que tienen sus operaciones a través de toda la cadena de valor.
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Colaborando con organizaciones sociales que ayuden a combatir el hambre en las poblaciones más vulnerables.
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Realizar en la empresa acciones junto con los empleados de conservación, restauración de bosques que ayuden a frenar la desertización.
¿Y EN NUESTRO DÍA A DÍA?
- Cuando como fuera de casa, pedir la comida que me sobra para llevar.
- Cocinar solo lo que verdaderamente puedo o voy a comer
- Congelar los productos frescos y las sobras antes de que se estropeen
- Comprar frutas y verduras imperfectas, que de otra forma acabaran desechándose
Seguro que de todas estas acciones alguna puedes ya poner en marcha, ¡Cambia hábitos, cambia vidas!
Firmado: Comité de RSE de EVAP