El pasado noviembre de 2020 diferentes medios se hacían eco de una noticia que ya es recurrente año tras año: “Las mujeres trabajan gratis 51 días al año”.
La diferencia entre este año y los anteriores, ha sido sin duda la llegada del COVID-19 ya que, según la Organización Internacional del Trabajo, esta crisis ha afectado especialmente a las personas que tienen los salarios más bajos, es decir, a las mujeres. A las mujeres, porque sobre ellas recae más del 80% de las jornadas parciales y porque, una vez más, aquellas profesiones más feminizadas como es el caso la de la atención sanitaria, los cuidados de las personas dependientes y la limpieza de hospitales y ambulatorios vuelven a ser zarandeadas en medio de una pandemia mundial y una crisis sanitaria.
Sobre esta realidad, es fácil prever que la sociedad se polarizará cada vez más y se intensificarán las brechas salariales, aunque a día de hoy, parece que la Administración plantea medidas normativas interesantes para paliar esta injusta carga que soportamos las mujeres desde siempre y en solitario. Nos referimos al RD 6/2019 que, entre otros aspectos hace referencia a que por fin los permisos por maternidad o paternidad sean iguales e intransferibles, hito que se ha alcanzado en enero de este 2021, al RD 3/2021, de 2 de febrero, por el que se adoptan medidas para la reducción de la brecha de género y otras materias en los ámbitos de la Seguridad Social y Económico, y a los RD 901 y 902/2020, que por fin regulan los planes de igualdad en las empresas con diagnósticos rigurosos y su posterior registro obligatorio, y la igualdad retributiva entre mujeres y hombres.
Esperemos que, el desarrollo reglamentario de estas políticas públicas de igualdad ayude a combatir la brecha salarial desvelando los entresijos de las mismas, dándonos pistas de la urgencia en actuar y además pongan en valor el talento femenino, en un país donde las mujeres están sobrecualificadas y hace dos décadas que suponen una mayoría importante en la obtención de títulos universitarios respecto de los hombres.
Desde Equality Momentum, seguimos comprometidas con visibilizar esta situación y seguir trabajando para erradicar la desigualdad salarial, convencidas de que las medidas de transparencia retributiva, la revisión de los complementos salariales, los criterios objetivos en el acceso al empleo y el reparto corresponsable de los cuidados familiares y tereas domésticas lograrán, más pronto que tarde, aplanar la curva de la brecha salarial.
Porque la sociedad no se merece que la mitad de la población viva sometida a un mercado laboral patriarcal, porque no tenemos ninguna duda de que la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres es democracia y progreso, creemos que la igualdad salarial es imparable.
Os animamos a implementar la normativa que promueve esta igualdad de oportunidades, a reivindicar nuestros derechos, a no olvidar nunca que merecemos la mitad del cielo, la mitad de la tierra, la mitad del poder.